
El más reciente informe de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) revela que la brecha entre la formación de hogares y la entrega de viviendas nuevas en Bogotá y Cundinamarca se ha profundizado hasta superar las 60.000 unidades al año. Según el gremio, mientras el país forma entre 374.000 y 391.000 hogares cada año, solo se edifican unas 142 mil unidades nuevas, lo que profundiza el déficit habitacional en las principales zonas metropolitanas.
En el caso de la capital y su región metropolitana, los datos de la regional Camacol Bogotá y Cundinamarca muestran que los lanzamientos de vivienda cayeron en 2024 un 23,9% en la ciudad y 19,8% en el departamento, lo que ha reducido la oferta disponible en más del 10%, producto de la suspensión del programa Mi Casa Ya, la reducción de subsidios y la incertidumbre normativa. Para 2025 Camacol proyecta un repunte del 14% en ventas, pero insiste en que sin incentivos y licencias ágiles el déficit estructural seguirá al alza.
Avances y Retos del Déficit Habitacional
En el ámbito nacional, el déficit habitacional pasó del 28,9% al 26,8% entre 2023 y 2024. Esta reducción se explica por mejoras en servicios básicos y materialidad de las viviendas. No obstante, el déficit cuantitativo —incapacidad de cubrir la demanda— aumentó ligeramente de 6,8% a 6,81%, lo que representa unos 41.000 hogares que requieren una vivienda nueva.
Bogotá y Cundinamarca: Un Caso Crítico
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Bogotá mostró el menor déficit habitacional (7,2%), pero concentra un alto número de hogares sin acceso a vivienda nueva, pues de los aproximadamente 1,7 millones de hogares, solo se entregaron cerca de 36.981 unidades de vivienda nueva en 2024.
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En Cundinamarca, con un universo cercano a 800 mil hogares, las entregas de vivienda nueva alcanzaron 13.505 unidades en el primer semestre de 2025, un incremento del 45,8% frente al mismo periodo de 2024, pero aún insuficiente frente a la demanda creciente.
La brecha regional entre hogares y unidades disponibles supera las 60.000 viviendas nuevas al año, a pesar de un repunte en lanzamientos y ventas. Camacol atribuye esta situación a la suspensión del programa Mi Casa Ya, la reducción de subsidios y la incertidumbre normativa, que han frenado las iniciaciones de obra y los nuevos proyectos.

déficit habitacional aumenta pese a la recuperación
Aunque la reducción del déficit habitacional nacional en 2024 ―del 28,9% al 26,8%― puede parecer un avance, Camacol explica que esa mejora proviene principalmente del déficit cualitativo, es decir, del mejoramiento de viviendas existentes, no de la construcción de nuevas unidades. Por el contrario, el déficit cuantitativo, que se refiere a los hogares que necesitan una vivienda nueva, aumentó levemente de 6,77% a 6,81%, lo que equivale a más de 41 mil hogares.
El informe resalta que los materiales precarios y la cohabitación forzada siguen siendo factores dominantes, mientras que el acceso a servicios básicos ha mostrado ligeras mejoras. En Bogotá, el número de familias en déficit supera las 300 mil, y la Secretaría Distrital del Hábitat estima que aún entre 9,1% y 12,9% de los hogares urbanos capitalinos se encuentran en esa condición.
La región metropolitana concentra la mayor presión habitacional
De acuerdo con el Informe Sectorial de Vivienda 2025, en Bogotá se vendieron 36.110 unidades de vivienda durante 2024, una caída del 12,5% respecto a 2023, mientras que en Cundinamarca el descenso fue marginal (0,1%). Esta desaceleración ocurre en un contexto donde el ingreso promedio de los hogares bogotanos ―$5,1 millones mensuales― creció solo 0,3% en la última década, frente a un incremento del 35% en el precio por metro cuadrado, que ronda los $8,7 millones, agravando así la pérdida de asequibilidad.
El alcalde Carlos Fernando Galán ha intentado aliviar esta situación con programas como “Reactiva tu compra, reactiva tu hogar”, que entrega un subsidio distrital de hasta $15,6 millones a familias con ingresos inferiores a 4 salarios mínimos. Además, Bogotá y Cundinamarca proyectan 50.000 subsidios hasta 2027, con una inversión superior a $1 billón, según datos del Distrito y el Ministerio de Vivienda.
Sin embargo, Camacol advierte que esas medidas son insuficientes si no se acelera la producción formal de vivienda. “Estamos vendiendo 130 mil viviendas por año en un escenario donde la necesidad supera las 200 mil. Ahí tenemos un reto enorme pero también una oportunidad para dinamizar el empleo y el crecimiento económico”, afirmó Guillermo Herrera, presidente ejecutivo del gremio.

Menor oferta, tasas favorables y política de vivienda
Pese a la coyuntura, el gremio espera que 2025 marque un punto de inflexión. Según Camacol Bogotá y Cundinamarca, las ventas de vivienda en la región crecerían 14% durante el año, con 63 mil unidades proyectadas para construcción, lo que generaría 200 mil empleos y cerca de $56,5 billones en inversión directa e indirecta.
Esta recuperación estaría impulsada por la reducción de las tasas de interés de crédito hipotecario y constructor, así como por los nuevos componentes del programa “Mi Casa en Bogotá”, que ha logrado que las ventas de vivienda social aumenten 19%, tres veces más que el promedio nacional.
Camacol también ha propuesto al Gobierno Nacional acelerar los subsidios del programa Mi Casa Ya, cuya ejecución alcanzó apenas el 2% en el primer trimestre de 2024, y reanudar las coberturas a la tasa de interés, fundamentales para los hogares de menores ingresos.
Ciudad en crecimiento: un reto para el futuro
Los estudios del DANE y la Secretaría Distrital de Planeación muestran que la población bogotana continuará creciendo en número de hogares, alcanzando 3,5 millones en 2035, aunque con menor tamaño promedio. Esto implica que la formación de nuevos núcleos familiares seguirá aumentando la presión sobre la oferta habitacional, especialmente en municipios aledaños como Soacha, Cajicá, Tocancipá y Mosquera, donde el suelo urbanizable es cada vez más escaso.
Para enfrentar el rezago, el gremio propone desarrollar proyectos metropolitanos integrados, promover la densificación responsable en zonas centrales y actualizar los Planes de Ordenamiento Territorial (POT) con criterios de asequibilidad y sostenibilidad. De no hacerlo, la brecha entre la demanda potencial y la oferta efectiva de vivienda en la región podría superar el 40% en la próxima década.
El análisis de Camacol evidencia que la región Bogotá-Cundinamarca se enfrenta a un desequilibrio estructural entre la formación de hogares y la construcción de viviendas. Si bien los programas distritales y nacionales apuntan a mitigar el problema, la velocidad de la oferta formal sigue siendo insuficiente frente al ritmo de la demanda. La solución, según los expertos, pasa por fortalecer la articulación entre el sector público, los desarrolladores privados y las entidades financieras, en línea con las reformas del Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio, para superar la brecha habitacional y garantizar acceso digno a la vivienda en la región más