Desembolsos para vivienda crecen 17,5%, pero subsidios de «Mi Casa Ya» sufren recorte

Entre julio de 2024 y junio de 2025, el sector vivienda registró desembolsos por $26,6 billones, un alza real de 17,5% frente al periodo anterior, impulsada por el leasing habitacional (+44%) y el crédito hipotecario (+13,7%). Sin embargo, el programa Mi Casa Ya sufrió una suspensión parcial, lo que ha limitado el acceso a la tasa de interés subsidiada y ha dejado sin recursos a miles de hogares que esperaban beneficiarse del apoyo gubernamental.

El mercado de vivienda colombiano muestra una dinámica divergente: mientras el financiamiento se expande con fuerza, las unidades efectivamente financiadas retroceden y el principal programa de subsidios enfrenta recortes. Según Camacol, aunque se desembolsaron 132.446 créditos para vivienda nueva (72,5% del total), esto representó una caída de 6,7% en comparación anual. A su vez, el número de viviendas financiadas sumó 182.779 unidades, disminuyendo 0,7% interanual.

Este escenario impacta especialmente al segmento de Vivienda de Interés social (VIS), donde el subsidio Mi Casa Ya —clave para hogares vulnerables— redujo cupos y suspendió el beneficio de tasa de interés, limitando la capacidad de compra de quienes no disponen de ahorro suficiente para la cuota inicial.

Contexto del financiamiento y caída de subsidios

Crecimiento de desembolsos

Los desembolsos totales alcanzaron $26,6 billones, con:

  • Leasing habitacional: +44%

  • Crédito hipotecario: +13,7%

Este dinamismo refleja condiciones de tasas de interés más favorables y mayor oferta de productos financieros para distintos segmentos socioeconómicos.

Reducción de unidades financiadas

A pesar del mayor flujo de recursos, las unidades financiadas cayeron levemente 0,7%, llegando a 182.779 viviendas. Entre estas:

  • Vivienda nueva: 132.446 desembolsos (-6,7%)

  • Vivienda usada y otros: 50.333 desembolsos (+ X%**)

La desaceleración en nuevas entregas responde tanto a retrasos en proyectos como a la menor disponibilidad de subsidios.

Caída de Mi Casa Ya y repercusiones

El presidente de Camacol, Guillermo Herrera, señaló que antes de la suspensión se habían asignado 5.000 subsidios de los 10.000 previstos, pero “más allá de eso, no hay más recursos del subsidio”, lo que obliga a orientar nuevas ayudas hacia vivienda usada. Esta medida ha reducido la demanda de VIS y presionado la construcción de proyectos orientados a los estratos bajos.

Subsidios de vivienda en 2025

Aunque Mi Casa Ya limitó el apoyo a la tasa de interés, el subsidio a la cuota inicial sigue vigente para hogares inscritos en Sisbén IV:

  • Clasificación A1–C8: hasta 30 SMMLV ($42,7 millones)

  • Clasificación C9–D20: hasta 20 SMMLV ($28,3 millones)

Además, las Cajas de Compensación ofrecen subsidios adicionales de hasta 30 SMMLV para vivienda nueva y 18 SMMLV para construcción o mejora.

Comportamiento de precios

El Índice de Precios de Vivienda Nueva (IPVN) del DANE registró en el segundo trimestre de 2025 un aumento de 2,10% frente al trimestre previo, con las casas subiendo 4,15% y los apartamentos 2,01%. Este repunte responde al ajuste de costos de insumos y a la recuperación de la demanda en sectores medios.

En el primer semestre de 2025, se vendieron 77.151 viviendas, con una contracción en junio de 6,3% anual (11.198 unidades vs. 11.956 en 2024). La oferta de vivienda nueva también bajó 4,7%, situándose en 161.748 unidades disponibles, frente a 169.731 en diciembre de 2024.

Implicaciones y perspectivas

La restricción de subsidios genera un doble reto:

  1. Limitación de la demanda de VIS por parte de hogares vulnerables.

  2. Reacomodo de la oferta, con proyectos orientados a estratos medios y no VIS, estimulados por mejores condiciones de financiamiento.

Para el segundo semestre de 2025, el sector depende de la continuidad de Mi Casa Ya (en su modalidad de cuota inicial) y de la disposición presupuestal del Gobierno para reactivar la tasa subsidiada. La reducción de tasa de interés y la diversificación de subsidios regionales podrían sostener la intención de compra, pero se requiere alinear recursos para mantener la accesibilidad a la vivienda social.

El crecimiento de desembolsos por 17,5% refleja la solidez del crédito en el país, pero la reducción de subsidios limita el poder adquisitivo de quienes más lo necesitan. Es esencial que el Gobierno y los gremios de la construcción fortalezcan los programas de apoyo y ajusten la focalización de subsidios para garantizar la sostenibilidad del mercado VIS.

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