
El auge de la domótica en Colombia responde a una demanda creciente de eficiencia energética, comodidad y compromiso ambiental en las viviendas. En 2025, el sector de la construcción de vivienda sostenible ha experimentado un crecimiento notable, con un aumento del 57% en el primer trimestre, según datos recientes de Camacol. Esta tendencia refleja el interés nacional por transformar los hogares en espacios eficientes que optimizan recursos y reducen costos, alineándose con los objetivos ambientales y sociales del país.
No es casualidad que Colombia sea líder mundial en certificaciones de vivienda sostenible, con más de 1,000 proyectos EDGE certificados registrados en 19 regiones, representando alrededor de 21 millones de metros cuadrados certificadas, equivalentes a casi 300,000 viviendas, de las cuales el 72% corresponden a Vivienda de Interés Social (VIS). Este liderazgo consolida al país en la vanguardia de la construcción sostenible y accesible.
¿Qué es una casa domótica y por qué interesa al colombiano?
Una vivienda domótica integra dispositivos conectados que trabajan de forma coordinada para gestionar la iluminación, la climatización, la seguridad y otros servicios esenciales sin intervención manual constante. La palabra proviene del griego domos (“casa”) y tica (“que funciona por sí sola”), reflejando la idea de un hogar que anticipa y satisface necesidades.
La domótica no solo impulsa el bienestar a través de la tecnología; su integración con criterios sostenibles genera beneficios tangibles en ahorro y cuidado del medio ambiente.
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Ahorro energético real y medible: La implementación de sistemas inteligentes como termostatos automatizados, persianas controladas y sensores de ocupación permite una reducción del consumo energético entre un 5% y 20%, según la nueva Resolución 194 de 2025 del Ministerio de Vivienda. La normativa también establece un ahorro obligatorio de agua de entre el 15% y 30% para edificaciones nuevas, variando por tipo y zona climática.
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Mejora del confort y calidad ambiental: Las viviendas inteligentes ajustan en tiempo real las condiciones de temperatura, humedad e iluminación para maximizar el confort, mientras reducen su huella ambiental. Esto se logra gracias a la sincronización de sensores, persianas automáticas y dispositivos inteligentes que personalizan el ambiente para sus habitantes.
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Seguridad avanzada y gestión integral: Los sistemas domóticos integrados permiten no solo el ahorro sino la mejora en la seguridad del hogar mediante alarmas, cámaras y control remoto de dispositivos, brindando tranquilidad y protección constante.
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Promoción de hábitos sostenibles: El acceso a datos en tiempo real sobre consumo potencia la educación y el compromiso ambiental, fomentando prácticas responsables y prolongando la vida útil de los equipos eléctricos y estructuras.

Módulos esenciales de un sistema domótico
Control de climatización y energía
El uso de termostatos inteligentes permite programar encendidos y apagados basados en horarios o detección de ventanas abiertas, evitando el desperdicio de energía y prolongando la vida útil de los equipos.
Iluminación automatizada
Las bombillas LED conectadas ofrecen atenuación y ajustes de color vía app o comandos de voz. Además, las luces exteriores pueden activarse con sensores de movimiento para reforzar la seguridad al caer la noche.
Cerraduras electrónicas y accesos digitales
Las cerraduras inteligentes registran cada apertura y envío notificaciones en tiempo real al dueño. Pueden generar códigos temporales para visitantes y, en caso de olvido, cerrarse de forma automática al salir.
Detección de riesgos y emergencias
Los sensores de humedad, gas o humo integrados a la plataforma domótica alertan sobre fugas, inundaciones o incendios, enviando avisos al celular e incluso activando sistemas de supresión de emergencia.
Gestión de electrodomésticos y electrodomésticos conectados
Conectando neveras, lavadoras y cafeteras al ecosistema domótico, el usuario puede programar tareas como el ciclo de lavado o tener el café listo al despertar, mejorando la experiencia diaria.
Mercado y proyección
El uso de dispositivos inteligentes ha incrementado rápidamente: para 2025 se proyecta que más del 21% de los hogares colombianos contarán con al menos un dispositivo conectado, frente a un 13.7% registrado en 2022. Esto dinamiza el ecosistema de tecnología con servicios, ofertas y financiamientos cada vez más accesibles.
Por ejemplo, el Fondo Nacional del Ahorro (FNA) ha canalizado más de $140,000 millones en créditos verdes para facilitar la compra de viviendas sostenibles, liderando así acciones que impactan positivamente la calidad de vida y el medio ambiente en Colombia.
Impacto proyectado hasta 2030
Según estimaciones de Camacol, para 2030 cerca del 50% de las viviendas nuevas en Colombia contarán con certificación ambiental, lo que representaría aproximadamente 428,000 hogares. Esto generará ahorros acumulados de 1.3 millones de MWh en energía, más de 48 millones de metros cúbicos de agua, y una reducción de 576,000 toneladas de CO2, además de un ahorro económico de cerca de $485 mil millones en servicios públicos.
La domótica y la construcción sostenible configuran el futuro del hogar colombiano, ofreciendo no solo comodidad y seguridad, sino también mejores prácticas de uso eficiente y responsables con el ambiente. La transformación del sector vivienda impulsada por normativas como la Resolución 194 de 2025 y el apoyo de entidades como Camacol y el FNA asegura un crecimiento sostenido del mercado de casas inteligentes y sostenibles.