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Durante los meses de bajas temperaturas, la presencia de ratas y ratones en las viviendas se intensifica. Al descender el termómetro, estos roedores buscan cobijo en espacios cálidos como garajes, áticos o despensas, atraídos además por restos de comida, piensos de mascotas o basura mal sellada. La prevención y el uso de remedios naturales se convierten en la primera línea de defensa antes de recurrir a profesionales de control de plagas.
Este artículo revela cuatro olores comprobados que los roedores detestan, ofrece consejos prácticos para su aplicación en el hogar y complementa con recomendaciones de limpieza y sellado de puntos de ingreso.
¿Por qué los olores disuaden a los roedores?
Los roedores dependen de su agudo sentido del olfato para localizar alimento y refugio. Un aroma intenso e inhóspito interfiere en su conducta de exploración, haciendo que eviten las áreas impregnadas de esos olores. Si bien estos repelentes naturales no erradican infestaciones graves, sí reducen la actividad y actúan como disuasores temporales.

cuatro olores estrella y cómo utilizarlos
1. Lavanda – un aroma delicado para humanos, irritante para roedores
Los expertos destacan que el olor de la lavanda perturba el olfato de ratas y ratones. Para maximizar su efecto:
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Empapa bolas de algodón o paños en aceite esencial de lavanda.
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Colócalos en rendijas, armarios y cerca de grietas.
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Renueva el aceite cada 7–10 días para mantener la intensidad.
2. Cítricos – limón, naranja y pomelo como disuasivos frescos
Los compuestos volátiles de los cítricos (ácido cítrico) resultan desagradables para los roedores. Para aplicarlos:
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Frota cáscaras frescas de limón o naranja en zócalos y marcos de puertas.
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Prepara un spray con 100 ml de agua, 20 ml de zumo de limón y unas gotas de jabón líquido.
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Usa difusores con aceite esencial de cítricos, renovándolo cada pocos días.
Este método aporta además un aroma limpio y revitalizante, aunque exige reposición frecuente.
3. Menta – el repelente más citado
La menta piperita, gracias al mentol, irrita las vías respiratorias de estos animales y provoca que huyan de las zonas tratadas. Opciones de uso:
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Bolas de algodón empapadas en aceite esencial de menta.
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Pulverizador con 15–20 gotas de aceite en 250 ml de agua y una cucharadita de jabón.
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Plantar macetas de menta junto a puertas y ventanas.
Mantener la concentración del aroma es clave para su efectividad.

4. Condimentos picantes – capsaicina como arma contundente
El chile y la pimienta de cayena contienen capsaicina, que provoca irritación severa en las mucosas de ratas y ratones. Para emplearlos:
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Espolvorea polvo de chile en puntos de entrada.
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Usa con precaución si hay niños o mascotas.
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Complementa con labores de limpieza para evitar residuos en superficies de uso frecuente.
Otras medidas de prevención complementarias
Aunque los olores actúan como barrera disuasoria, la clave está en combinar varios enfoques:
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Limpieza y orden: Retirar migas, restos de alimentos y bolsas de basura selladas evita atraer roedores.
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Sellado de grietas y rendijas: Inspeccionar muros, tuberías y puertas; usar masillas o burletes.
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Almacenamiento hermético: Guardar víveres en recipientes de metal o vidrio con tapa.
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Control de agua: Reparar fugas en grifos y tuberías para eliminar fuentes de hidratación.
Los remedios a base de lavanda, cítricos, menta y condimentos picantes ofrecen una primera línea de defensa natural y sostenible para ahuyentar roedores de tu vivienda. Sin embargo, es fundamental mantener la prevención mediante limpieza, sellado de accesos y almacenamiento adecuado de alimentos. En casos de infestaciones severas, lo recomendable es acudir a profesionales de control de plagas.